El Gobierno nacional decidió hacerse cargo de las deudas de la empresa. El déficit diario es $ 3 millones.La intención es "sanear" la diezmada compañía y luego, rentable, ponerla a la venta a capitales privados nacionales.
El Gobierno de Cristina Fernández de Kirchner formalizó ayer con el grupo español Marsans el traspaso de Aerolíneas Argentinas al Estado argentino, con el discurso de que quiere devolverle su valor, sin plazos, para volver a privatizarla. La mandataria anunció formalmente la nacionalización temporal de la compañía en un acto en la Casa Rosada.
Cristina Fernández describió la situación de la línea de bandera como "grave" y recordó que se encuentra en concurso previo a una quiebra fruto de la gestión del grupo español Marsans. Esta empresa también se encuentra en proceso judicial en España, acusada de usar fondos públicos para atender las deudas de la compañía, que fue privatizada en 1991.
La presidenta adelantó que enviará el proyecto de nacionalización de Aerolíneas Argentinas al Congreso. También llamó a los trabajadores, pilotos, personal de aire, tierra e internacionales, a sumarse al "gran esfuerzo" del Estado para sacar adelante a la empresa, virualmente quebrada.
"El objetivo protagonista es la puesta en valor para que la empresa vuelva a ser la que supimos tener", dijo el ministro de Planificación, Julio De Vido, después de ratificar con Gerardo Díaz Ferran y Gonzalo Pascual, dueños de Marsans, el acuerdo que se había firmado el jueves pasado. Señaló que el Gobierno "no tiene plazos" para volver a privatizar la aerolínea de bandera, cuya reestatización debe ser aprobada por el Parlamento ya que la ley de venta de 1991 a la española Iberia veda su regreso al Estado.
Todas las acciones
El acuerdo recoge "la voluntad" de Marsans de "vender la totalidad" de las acciones de Aerolíneas Argentinas (94,41 por ciento) y su subsidiaria de vuelos de cabotaje (97 por ciento) y fija desde ayer un plazo de 60 días para auditar la compañía y su valor con el fin de concretar la operación.
Durante el periodo de transición, la empresa será gestionada por una comisión formada por tres representantes del Estado argentino y dos de Marsans.
"Habrá un análisis contable y veremos cuanto es el debe y cuanto el haber", comentó el ministro de Planificación al responder sobre el valor de laaerolínea de bandera y la de cabotaje.Una de las cláusulas del acuerdo incluye el compromiso de evaluar información "detallada" sobre los bienes y deudas de la compañia, sus contratos con terceros, además del "estado de situación" de sus convenios laborales y su organización administrativa.
El convenio prevé que Marsans y el Gobierno designen a sus respectivos auditores para determinar "el precio de compra" de las acciones de Aerolíneas y Austral. "En caso de existir diferencias entre las valuaciones que se efectuen y/o no arribarse de otro modo a un acuerdo respecto de ambos paquetes accionariales, se solicitará una tercera valuación de una entidad imparcial, nacional o extranjera, de prestigio internacional". Aerolíneas acumula pasivos por 890 millones de dólares, de los cuales 220 millones corresponden a "deudas exigibles", informó Marsans en una audiencia judicial solicitada por el Gobierno y los sindicatos.
los asistentes
Alrededor de dos mil personas siguieron el discurso gubernamental en la Casa Rosada. Entre ellos estaba el gobernador Juan Manuel Urtubey.
Trabajo parael Congreso
La reestatización y recuperación de la empresa se discutirá en el Congreso. Así lo aseguró el ministro de Planificación Federal, Julio De Vido, en el acto de traspaso de las acciones de Aerolíneas Argentinas y Austral al Estado Nacional.De Vido recordó que "la destrucción de las empresas del Estado, incluyendo las áreas, comenzó en la década del '80", y puntualizó que "la ofensiva privatizadora continuó en los '90 con políticas ordenadas por el llamado Consenso de Washington".
El ministro de Planificación sostuvo que Aerolíneas Argentinas fue "un verdadero orgullo nacional en Latinoamérica y el mundo" y sostuvo que llegó a tener "niveles de seguridad, puntualidad y calidad de servicio que la colocaban entre las compañías más competitivas del orbe".
"Hoy eso no existe y sólo tenemos la capacidad de pelea para reconstruirla y, por eso, los hemos convocado a este acto", dijo el funcionario.De Vido, afirmó que el traspaso de las acciones de la aerolínea al Estado Nacional fue "una decisión estratégica para reconstruir la línea de bandera".El funcionario sostuvo que "ahora se espera de todos el máximo compromiso y responsabilidad en esta nueva etapa que se inicia", ya que "la extrema iliquidez y abultado endeudamiento de la empresa le impedía obtener mayor crédito para continuar con sus responsabilidades".
Discursos
Poco después, Cristina Fernández afirmó que "es clave tener una aerolínea de bandera y un servicio aéreo de calidad y eficiencia para no perder todo lo que se ha ganado como destino turístico". Dijo además que "los servicios públicos necesitan una buena prestación para que los discursos privatizadores no penetren en la sociedad".
Cristina sostuvo que "el Congreso participará activamente en la cesión de las acciones de Aerolíneas Argentinas al Estado Nacional" y dijo que habrá que disponer de sumas para poner en marcha nuevamente a la compañía.
"Habrá capital privado, porque creemos en la articulación de lo público y lo privado para hacer nuevamente grande a la empresa", señaló la presidenta. "El puesto de trabajo se cuida en una empresa de servicios brindando el mejor servicio y la mayor cantidad de clientes. Hay que comprender esta realidad para empezar a resolver el problema", afirmó.
Haciéndose cargo de todo
Según especialistas consultados por El Tribuno, el proceso judicial de quiebra continua pese al traspaso de Marsans al Estado, "pero lo que ahora sucede es que Argentina se hace cargo de todas las deudas postconcursales, pues la convocatoria de acreedores es hasta el 2001".
El jueves pasado, luego del encuentro con el juez de la causa concursal, las partes informaron que la deuda de Aerolíneas es 890 millones de dólares, de los cuales, alrededor de 290 millones de la misma moneda son exigibles. Tanto la Justicia, como la auditoria que realizarán la empresa española y el Gobierno, y posteriormente el Congreso, deberán determinar de ese monto cual corresponde como deuda de la empresa y cual está a cargo el Estado, por ser la actual dueña de la línea aérea. En principio, el Estado se haría cargo de una deuda postconcursal de 600 millones de dólares.
Las autoridades informaron de que desembolsaron alrededor de 30 millones de dólares para pagar los salarios de junio, deudas previsionales y comprar combustible, entre otros gastos, sólo para que no colapsen Aerolíneas y Austral. Las empresas afrontan pérdidas por 30 millones de dólares mensuales, esto es, un millón de dólares al mes.
El ministro destacó que el Estado auxilió a la aerolínea de bandera "en un momento de alta iliquidez (falta de fondos) y emergencia". "Es discutible la decisión tomada por el Gobierno Nacional, pues se trata de una decisión política; pero estrictamente desde el punto de vista económico, no tiene sentido hacerse cargo de una empresa tan endeudada. Es mejor que se dicte la quiebra y luego comprarla más barata", sostuvo un especialista en quiebras.
